La participación del sector privado es crucial para el cumplimiento de metas en materia de salud en países en vías de desarrollo. El sector juega una importante función en muchos países y es una parte integral del sistema de salud que atiende zonas urbanas y rurales, ricas y pobres. Ofrece valiosos recursos y puede ayudar a atenuar las demandas que se imponen al sector público.